En la entrada del pueblo se encuentra este monumento con hallazgos muy característicos de nuestra zona. Como podemos observar a la izquierda se encuentra un lucillo, que es una sepultura rupestre que por su configuración y emplazamiento es evocadora del rito mozárabe, además estos sepulcros dan nombre a nuestro pueblo.
En la parte superior derecha de este monumento podemos ver la característica piedra de la culebra que tiene este nombre por la famosa leyenda popular.
“SANCHA, LA CULEBRA”
Cuenta la leyenda de «SANCHA LA CULEBRA» que un cabrero llamado Juan del Cerro, recogió un día de invierno, una culebrilla aterida, es decir paralizada a causa del frío.
Juan la alimento de leche y de su propia comida y mientras tanto ella crecía y crecía, era dócil a los silbidos del cabrero, aprendieron a llamarse el uno al otro de esta forma. Pero llegaron malas noticias y Juan del Cerro tuvo que partir a la mili de antes.
Sancha le buscaba todo el tiempo, llamándolo con silbidos lastimeros, ya que se sentía abandonada.
Al cabo de los años, Juan pudo regresar y lo primero que hizo al llegar, fue buscar a su amiga Sancha, que acudió a sus silbidos.
Era tal la alegría que sentía, que Sancha, se enrosco en su cuello, apretando tan fuerte que por alegría o por venganza, le asfixio.