Cuesta imaginar que su austera fachada pueda esconder uno de los grandes tesoros de esta localidad toledana: SU ALTAR MAYOR.
Tallado en 1702, dorado en 1718 y obra de la escuela de José de Churriguera, que destaca por su estilo recargado en ornamentos.
Seis columnas salomónicas recubiertas por serpenteante decoración vegetal realzan la belleza y majestuosidad de la obra, sólo comparable con su hermano mayor; el retablo del convento de San Sebastián (Salamanca).
El Sagrario, de color oro y apoyado sobre una columna de granito de capitel visigodo es de hechura moderna, data de 1968 y fue realizado por Belloso de Valencia.
En el exterior, situándonos en la entrada Norte, también denominada la de La Umbría, descubrimos que el arco que lo forma es similar a una quilla invertida, es decir se trata de un arco conopial en ladrillo.
La Torre reconstruida en varias ocasiones es de ladrillo y está coronada por una imagen del Sdo. Corazón de Jesús.
También tiene instalado un reloj pero actualmente está fuera de servicio.